Los muertos al cajón y los vivos al fiestón
El día de muertos es esa fiesta, esa tradición que nos llena de orgullo, paz, tranquilidad y gozo, una fiesta para la muerte.Y es que no importa la manera en que percibas la vida, la muerte es el único síntoma de que existimos, como diría el escritor Mario Bennedetti.
El día de los muertos es la fiesta de origen prehispánico más importante para nosotros los mexicanos, donde con regocijo preparamos nuestro hogar para la llegada de quienes en algún momento estuvieron físicamente con nosotros, nos abrazaron y compartieron el alimento favorito en nuestra mesa y que ahora nos visitan desde el inframundo o el Mictlán para probar de nuevo, en esencia esos ricos alimentos que tanto disfrutaron en vida. ¿Por qué?, que tipo de mexicanos seríamos si no regresamos de la muerte solo para comer y compartir con nuestros seres queridos tan dichosa fiesta.
“Entre flores, colores y sabores recordamos a los que ya no están, pero entre bailes , risas y canciones sabremos que nunca se irán...”
El pan de muerto, las calaveritas y la flor de cempasuchitl son esos elementos que llenan de color esta fiesta y a la que cada año agregamos más cosas para complacer y recibir con alegría y hospitalidad a nuestros difuntos, que nos hacen recordar lo efímera que es la vida y que el amor es eterno. A mí, personalmente recíbanme (cuando llegue la hora) con un blend de Té negro, un Mango Vainilla o uno de mis favoritos, Cacao chai, un pieza grande pan de azahar y mantequilla y ¿por qué no?, un plato de mole poblano. Y es que no hay nada más hospitalario que un buen mexicano y un té. Porque para los tealovers como tú y como yo, que sabemos que el té es algo más que una bebida, es una ceremonia, un modelo de excelencia en hospitalidad, un ritual que no solo tiene al sujeto a quien se le ofrece como a un dios, sino que trasciende el propio espíritu de servicio para adentrarse en el detalle y la armonía.
Imagínate probar un té que gracias a su astringencia, acidez, amargor y dulzor acompañado con un pan de muerto tradicional te de una sensación de confort, pero si preparamos un blend, ya sea con notas especiadas, frutales o florales puedas combinar con una pieza de pan relleno, con nata o chocolate, sugiero un té negro caramelo o un Masala chai, aunque las notas florales y delicadas de un Té blanco floral también te hará sentir mejor y a tus invitados más queridos.
La cultura del té en México crece, gracias a su versatilidad y esa característica que tenemos de hacer de cualquier comida y bebida nuestra, adoptarla en nuestra morada y darle nuestro toque. No te sorprendas si dentro de poco añades a tu altar una tisana de manzanilla y lavanda, tal vez un chai que ayude a encontrar el camino de vuelta o una deliciosa tisana de frutos rojos para darle color y sabor a tu ofrenda. Y recuerda que “de golosos y tragones, están llenos los panteones”.
¡Feliz Dia de Muertos!
Luis Maximo.